Creo que en el entorno en que vivimos actualmente, el tratar de bloquear las nuevas formas de hacer turismo es como regresar varios siglos atrás. Las economías evolucionan, la sociedad lo hace también y la manera de interrelacionar ambas, hablando dentro del sector turístico en Cataluña, es ajustándose a los nuevos modelos. El turismo crece año con año en este país, en temporada alta es casi imposible encontrar cupo en los hoteles, además que los precios de los mismos también están por las nubes (al igual que los alquileres en la ciudad de Barcelona, algo que también se podría regular). Cuando se abren estas posibilidades de alojar a gente en tu propio hogar, creo que no estamos hablando de ningún tipo de actividad profesional y es justamente lo que el visitante o turista está buscando al hacer uso de estas nuevas plataformas. Están buscando maneras diferentes de hacer turismo y si yo como anfitriona puedo ver reducidos mis gastos de alquiler porque tengo el espacio adecuado y suficiente para alojar a gente, entonces lo haré. Yo ya pago mis impuestos, como cada ciudadano, pago el impuesto del alquiler de mi piso, pago los gastos que conlleva alojar a gente y si lo comparo con compartir mi piso con una persona fija, entonces también se debería tratar de la misma manera. Nadie puede decirme con quien puedo o no compartir mi piso y si hacen uso de una habitación que al principio de mes yo ya la pagué, entonces tengo todo el derecho de cobrar por hacer uso de ella. Otra cosa sería si además de mi piso yo tuviera otras propiedades de alquiler para turistas y usarlas a fines de lucrar con ellas. Así que estoy a favor del home sharing, de la economía colaborativa, y de que esta ciudad sea de una vez por todas una ciudad cosmopolita y abierta a recibir al turista (que gran parte de esta ciudad vive de ello), sin turistas Barcelona no sería nada, se perderían muchísimos empleos, la tasa del paro estaría por las nubes y sería una ciudad muerta.
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