Soy Begoña, tengo 55años, estoy separada y tengo 2 hijas de 18 y 21 años.
Desde hace 1 año alquilo 2 habitaciones de mi piso de propiedad a turistas a través de Airbnb. Esto me ha permitido pagar los estudios superiores de mi hija que son muyyy caros.
Acoger turistas en mi casa supone que yo también participo en el reparto de riqueza que el turismo genera, y en el pago de impuestos correspondientes (sin ingeniería financiera), supone integrarlos en nuestras costumbres y enriquecernos culturalmente.
Ustedes participan en la elaboración de la Ley que va a regular las distintas actividades turísticas, por lo que les pido que tengan en cuenta esta realidad de actividad particular y se regule como tal.
Al final usos y leyes dependen de personas como ustedes y como yo, con nombres y apellidos, que podemos juntos, contribuir a que el turismo no se masifique y los ciudadanos de a pie seamos un poco menos pobres.
Ah, y una aclaración a los que mezclan el alquiler de habitaciones, que hasta ahora no está regulado y es por tanto ALEGAL, y los pisos turísticos sin licencia, que, como cualquier otra actividad ilegal debe tener su procedimiento administrativo de control y sanción, que no es nunca mandar cartas a los vecinos para que éstos denuncien "si ven turistas en algún domicilio" creando intencionadamente confusión con estas 2 actividades turísticas.
Y también aclarar que los ingresos que obtenemos no son en un sobre "oculto al fisco" sino a través de transferencias bancarias que cada entidad comunica a Hacienda y nosotros declaramos en nuestra declaración de la renta. No somos nosotros, precisamente los que tenemos ingresos ocultos a Hacienda.
Gracias por su interés.
Atentamente,
Begoña González
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